La actual administración cierra sus primeros (enero-marzo) con menos ingresos de los esperados y con reducciones en el gasto público.
Los ingresos del sector público se redujeron 1.2% con respecto al mismo periodo en 2018. Dicho monto es menor a lo que tenía proyectada la SHCP. Esto se debe principalmente por la caída de la renta petrolera.
Los sacrificios de la población siguen para que CFE y Pemex sobrevivan
¿Cómo vamos con la cartera de ingresos y gastos?
México Evalúa publica los siguientes datos:
○ Continúa la caída tanto en la recaudación por IVA como en los ingresos petroleros, con respecto a marzo 2018. Sin embargo, la recaudación de IEPS compensa estas disminuciones.
○ Los ingresos totales del Gobierno Federal van en línea con los aprobados para marzo 2019.
○ Se ha gastado menos que el año pasado, pero también menos de lo planeado y aprobado para este año.
○ El gasto en inversión física se recortó respecto al año anterior en los rubros Transporte y “Otras industrias y asuntos económicos”.
○ En relación con lo aprobado para 2019, el gasto también va rezagado y exhibe subejercicios.
○ Los ejecutores que llevan un gasto superior al calendarizado son CFE, Bienestar y Energía.
○ El menor gasto observado con respecto al mismo mes del año anterior se debe principalmente, al menor gasto en Adefas, Educación, Ramo23, Comunicaciones y Transportes y Salud.
Las estadísticas se pueden encontrar aquí
Una pelea constante
La presente administración muestra una falta de lógica económica debido a que ahorra dinero, pero no lo administra: se pretende cumplir con la promesa de la “austeridad republicana”, gastando menos de lo planeado. Pero al acumular sin gestionar lo que se acumula se producen mayores pérdidas debido a que el dinero que no se mueve, se devalúa. En un panorama ideal, lo ahorrado se debe invertir en diversos vehículos financieros para obtener rendimientos, y de esa manera honrar la “austeridad republicana”.
Algo parecido sucede con el eslogan “Pemex y CFE es de los mexicanos”. A pesar de que las principales potencias del mundo están invirtiendo en energías renovables, México sigue con la anquilosada y costosa idea de construir refinerías. En un panorama ideal, si lo que se busca es salvar ( o conservar) a Pemex y CFE lo que se debería hacer es reestructurar y modernizar el sector energético bajo un concepto acorde con los tiempos que corren, lo que significa incorporar plenamente al sector privado en esta reestructuración.
¡Pero siempre cuidando el bienestar económico y pensando en el futuro que les espera a todos los mexicanos!